THE WEDDING PRESENT
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The Wedding Present llevan desde mitad de los 80 despachando himnos furiosos sobre las grietas amorosas y sus consecuencias. Salieron disparados con su tripleta inicial, esa que, cosas de los vigésimos aniversarios, han recordado en directo estos últimos años. Este 2012 ha tocado repescar para los escenarios a su tercer álbum, "Seamonsters" (1991), segunda y mejor de sus colaboraciones con Steve Albini. Si su predecesor, “Bizarro” (1989), había significado algo parecido a un giro hacía el terreno de Sonic Youth en comparación con su debut, “George Best” (1987), que eran tan The Smiths, “Seamonsters”, considerado por muchos de sus seguidores su disco favorito de la banda, supuso un puente entre el indie del Reino Unido y el grunge estadounidense. Un “Nevermind” sin Kurt Cobain, pero con David Gedge y sus letras en plan “así de naturales son las cosas”. Petro no es The Wedding Present una banda que viva de su pasado. Tienen nuevo disco, “Valentina”, un regreso de la banda a esos crudos y tupidos primeros tiempos; pero eso sí, un regreso desde el peso y el poso de la experiencia. El álbum ha sido mezclado por el legendario Andrew Scheps, que añade a los de Leeds a su lista de famosos clientes (Johnny Cash, Metallica, Iggy Pop, Adele). Fiel a su libro de estilo, Scheps aporta ese sentimiento de escúchalos-como-si–tocasen-en-directo, sin que la ejecución de la banda se resienta ni atropelle. Sin canciones de relleno, ni una. La trama va cambiando de atmósfera al saltar de una a otra, siempre dentro de la Galaxia Gedge, esa de la tensa exploración de las relaciones, su principio y final, sus subidas y bajadas.