AARON THOMAS
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Aaron Thomas nació en Hobart, Tasmania (Australia) en 1976, y estuvo rodeado de música desde que era un crío. Su padre era guitarrista y cantante que publicó dos discos, y su padrastro, Lonnie Lee, tiene una larga lista de números 1 en Australia. Aaron ha estado desde los 18 años, cuando se mudó a Ucrania, absorbiendo todo tipo de música, cultura y gentes. Después de Ucrania, pasando por Estados Unidos, Aaron aterrizó en Madrid, donde ha estado viviendo y componiendo desde entonces. Escuchando este disco puedes sentir el espíritu nómada de alguien a quien le encanta viajar sin sentirse nunca del todo en casa. Pero además, en el disco puedes apreciar, es escuchas con atención, la aportación de tres españoles, cuatro islandeses, un americano, y dos ingleses, chico y chica.
Su primer disco se llamó Follow the Elephants (Everlasting records / Recordings From the Other Side, 2008), grabado y mezclado en Madrid por el cantante, guitarrista, escritor y poeta Julio de la Rosa (El Hombre Burbuja). El disco, aclamado por la prensa, la radio y el público, fue creciendo poco a poco en España, Portugal, hasta hacerse un hueco en el corazón de fans por todo el mundo. Su éxito le llevó a tocar en Estados Unidos (CMJ en NuevaYork y South by South West en Austin, Texas), Reino Unido (Concrete and Glass, London), Alemania (PopKomm en Berlin) y en su país, Australia (donde hizo una gira, unas veces como artista principal, otras como telonero). Mientras, Aaron escribía, ensayaba las maquetas de lo que serían su segundo disco con su banda (una mezcla de los mejores músicos de la escena de vanguardia y alternativa madrileña: Jorge Fuertes (Doss, Pleasure Fuckers, NudoZurdo) – batería, percusión; Javi Díez-Ena (Dead Capo, Insecto, Ainara Legardon) – contrabajo; Rebecca Lander (The Knot, Roman Lieske, Alek Stark, Kracovia) – coros; y Abraham Boba (Nacho Vegas, Julio de la Rosa) – teclados.
Para su segundo disco, Aaron quería trabajar con Valgeir Sigurdsson, un productor a cuya obra había conocido recientemente y a quien admiraba. Considerando que era algo imperativo para hacer un disco que reflejara sus influencias y su estilo, contactó con él con la esperanza de que dijera que lo haría. "Conocí a Valgeir Sigurdsson, no por Bjork (Dancer in the Dark es una de mis películas favoritas y la banda sonora es uno de los mejores discos que he escuchado nunca) sino por Ane Brun, a quien estuve teloneando el año pasado en Barcelona. Valgeir produjo su último disco, The Changing of the Seasons, y cuando lo escuché, pensé que era hermoso. Investigué sobre él, y descubrí que había construido en torno a él una comunidad de músicos, fichándoles para su propio sello, Bedroom Community. Artistas como Sam Amidon y Nico Muhly me cautivaron particularmente. Escuché sus discos con Valgeir y comencé a apreciar en su delicadeza y exuberancia detalles que quería escuchar en mi música. Lo que más me gustó de esos trabajos fueron sus aciertos como productor y músico, y sentí que eso era lo que quería para mi música, a menudo introvertida, esa sutileza en los detalles, algo que la hiciera trascender y salir hacia fuera."
Aaron estaba en Australia de gira y mientras componía las canciones más hermosas de este disco disco, nació Amaia, su primera hija.
Valgeir y Aaron se conocieron en invierno de 2008 y se intercambiaron música e ideas. Decidieron grabar con la banda en Madrid, en Estudio Uno de CineArte, en el caluroso Julio, y luego, él se iría durante tres semanas al estudio que Valgeir tiene en Reykjavik para grabar las partes vocales de Aaron, guitarras y piano, además de colaborar con los miembros de the Bedroom Community. "Al principio me sentía abrumado, sabiendo que estaba grabando con alguien que había trabajado con muchos de mis ídolos: Bjork, Bonny Prince Billy, Camille… Él tuvo mucha paciencia y respetó las ideas que yo tenía de los temas. Me permitió tener el control sobre los arreglos y al mismo tiempo llevaba las cosas en la dirección que le parecía que era más adecuada para cada canción. Aunque a veces yo no tenía claro cuál sería el resultado final, siempre me sentí seguro porque sabía que él tenía un plan. Lo que aprendí con él fue a confiar en su gusto y a permitir que los músicos llevaran los temas a otro terreno diferente al que yo tenía en la cabeza. A dejarme llevar y dejar que las cosas fluyeran lejos de mi control. Ahora, escuchando el disco, no deja de asombrarme lo que hemos conseguido. Para mí sigue siendo un disco personal, pero tiene el toque de Valgeir, que es justo lo que buscaba desde el principio. Me empujó a mí y a mi banda en Madrid a hacer mejores cosas. En Islandia trajo a los colaboradores adecuados y les dejó hacer y dejar su sello, produciendo un disco que, para mí, tiene un sentimiento verdadero de colaboración.”
Aaron está seguro de que ha hecho algo especial, un disco del que se siente orgulloso. Made of Wood está hecho con el espíritu de los grandes artistas, sus admirados David Bowie, Edith Piaf, Bob Dylan y la trinidad de los Elvis: Elvis Presley, Elvis Costello y el ahora recién ascendido al altar Elvis Perkins. La gente que ha escuchado su disco anterior sabe que hay algo especial en el ambiente y hay un sentimiento palpable de entusiasmo en foros musicales y las redes sociales. Yo tuve el privilegio de estar presente en un par de sesiones de estudio, y verdaderamente había un ambiente de intensidad creativa flotando por allí. Los temas, el momento y el lugar, era todo muy especial. Los riesgos musicales tomados por Aaron han funcionado, de nuevo.
Su don como compositor es su capacidad de expresar y evocar sentimientos que son íntimos suyos y a la vez comunes a las vidas de los demás y las formas en las que nos relacionamos y tratamos con cercanos y ajenos.